lunes, 19 de mayo de 2014

MENSAJES SEXISTAS

El sexismo lingüístico es el uso discriminatorio del lenguaje que se hace por razón de sexo. Si se utiliza correctamente también puede contribuir a la igualdad y a la visibilización de la mujer.
En la relación de la sociedad con la lengua observamos que:
-          Los hablantes asocian incorrectamente sexo biológico y género gramatical.
-          El predominio lingüístico del género masculino es confundido con el dominio del varón en la sociedad.
-          El uso del masculino, como forma de género común, produce incertidumbre, ambigüedad.
Formas de evitar el lenguaje sexista. Se puede evitar el abuso del masculino genérico usando las siguientes fórmulas:
  • Nombres colectivos (profesorado, en vez de los profesores, alumnado, en vez de alumnos...)
  • Perífrasis (la persona interesada, en vez del interesado)
  • Construcciones metonímicas (la juventud, en vez de los jóvenes)
  • Desdoblamientos (Señores y señoras, niños y niñas)
  • Uso de barras (Sr/a)
  • Omisión de determinantes o empleo de determinantes sin marca de género (cada contribuyente en lugar de los contribuyentes)
  • Uso de formas personales genéricas o formas no personales de los verbos ("es preciso atender más" por "es preciso que el alumno atienda más").
Estamos rodeados constantemente por la publicidad, ya sea en radios, medios de transporte, televisión, revistas, internet... La publicidad invade nuestros cerebros incitándonos a comprar un producto, a acudir a un lugar determinado... pero a veces también conduce al menosprecio, la infravaloración y la discriminación de un colectivo determinado de personas, generalmente del sexo opuesto, y cuando esto ocurre, estamos hablando de PUBLICIDAD SEXISTA.
Un anuncio sexista es aquel que estereotipa la labor de hombres y mujeres degradándolos e inferiorizándolos y contribuyendo a la situación que se produce desde la infancia de asignar un rol determinado a cada sexo.
MACHISMO: En la publicidad podemos ver a la mujer inferiorizada cuando se la trata como responsable del cuidado de la casa, como un objeto sexual (como cuando aparece como una imagen cercana a las películas pornográficas y dejando al hombre en un papel exitoso) y también cuando se la trata como un ser débil y dependiente del hombre.
FEMINISMO: El feminismo pretende situar a la mujer en una posición equitativa con respecto al hombre y en la publicidad se refleja intentando desvincular a la mujer de los roles asignados por la sociedad.
También podemos observar anuncios en los que se intenta transmitir el mensaje de que un hombre no puede valerse sin una mujer, en esos casos, hablamos de HEMBRISMO.

INFANCIA: En anuncios de juguetes podemos observar como las chicas aparecen siempre que el juguete vaya destinado a ser madre, a la limpieza, la belleza. Mientras que en los  chichos prima la competencia, acción, aventura y agresividad.
Los personajes de las películas Disney están cargados de valores y actitudes estereotipadas: niños valientes e inteligentes que interpretan papeles de héroes y niñas miedosas, hacendosas, buenas, obedientes, cariñosas, cuyo único objetivo en la vida es “estar atractivas” para encontrar al Príncipe azul.
Blancanieves (Blancanieves y los siete enanitos, 1937), Cenicienta, siempre aparece limpiando y con una actitud de total satisfacción aunque realice tediosos trabajos. En las escenas fuera de su entorno conocido se muestra asustada y desprotegida.
-          Ariel (La Sirenita, 1989) está dispuesta a dejarlo todo por formar parte de su Príncipe Azul. No le importa modificar su aspecto o incluso perder alguna de sus facultades por conseguir su ideal, Representa el papel de la mujer dependiente
-          Bella (La Bella y la Bestia, 1991) representa un papel de cuidadora de su padre, y después de la Bestia.
-          Mulán (Mulán, 1998) es una princesa guerrera, que sólo puede llevar a cabo sus hazañas bajo la apariencia de un hombre.

CONCLUSIÓN: La familia es el primer lugar donde se perpetúan los roles que la sociedad ha establecido para hombres y mujeres y esto continua en la escuela.

Uno de los objetivos de la educación es enseñar a niñas y niños a comportarse según los valores y pautas socioculturales preestablecidos y se suele potenciar en las niñas la sensibilidad, el miedo, la obediencia, la dependencia, la afectividad y en los niños la agresividad, la competitividad, la independencia…Siendo iniciadores de graves problemas como la violencia de género.

Asique en este aspecto, es tan importante un cambio a nivel familiar como escolar, debemos crear una escuela que eduque desde la igualdad y el respeto hacia los demás y que deje fuera los prejuicios y expectativas resultantes del sexo, es decir, no porque una niña sea niña va a ser más ordenada, trabajadora...ni un niño más intuitivo, menos responsable...

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